Cesarences defienden las regalías

Comitè Civico “Cesarences por la Defensa de las Regalías”, Valledupar, octubre 14 de 2010

Las regalías son el precio que las multinacionales pagan por el recurso que se llevan y fundamentalmente hoy por mandato constitucional parte de estos recursos son asignados a los entes territoriales productores de petróleo, carbón y otros minerales, digamos de paso que Colombia es uno de los países que menos dinero recibe por la explotación de sus recursos naturales.

El gobierno nacional acosado por las angustiosa situación fiscal recurre como fuente de financiamiento, a las regalías, para ello presenta el proyecto de acto legislativo 013 del 2010 que reforma el régimen de regalías, concentrando aun más en la presidencia decisiones sobre gasto público, arrebantandole de un tajo este derecho a los municipios y departamentos que reciben regalías y dándole un entierro de tercera categoría a lo poco que queda de la descentralización.

En el estudio que hace la Contraloría en septiembre de 2005 sobre liquidación de regalías provenientes de la gran minería del carbón, realizada por Drummond en La Loma, concluye que “a Colombia le queda el pago de regalías…pero también pasivos ambientales que no tienen ninguna reposición” y para el caso en mención, el mismo estudio dice “ En el caso particular de este contrato de explotación de carbón, el país no está siendo compensado en la medida en que debe ser…la parte económica que le corresponde a Colombia se está viendo afectada por la contratación realizada y por los vacios que la fiscalización y vigilancia dejan en el desarrollo del proyecto La reforma propuesta es de fondo y no corrige las desventajas económicas contractuales pactadas en los contratos de concesión, que de hacerse evitaría el raponazo a las regalías.

El Cesar, al igual que el resto de las regiones mineras, tiene la imperiosa necesidad de continuar contando con los recursos de regalías para seguir adelantando inversiones en los sectores definidos por la ley, ya que el gobierno nacional ha venido sistemáticamente recortando los recursos de transferencias. Aún con la inversión de recursos de regalías en el Cesar, contamos con un alto porcentaje de población con nbi, en los municipios mineros por ejemplo, este porcentaje supera el 50%; igual sucede con los sectores de salud, y educación, que a pesar de las sumas invertidas, 139 mil 094 millones de pesos y 79 mil 461 millones de pesos respectivamente entre 2008 y 2010, el departamento no ha logrado resolver eficazmente la prestación de estos servicios.

En la sustentación del proyecto de A.L. 013, se desconoce que las consecuencias negativas que genera la explotación carbonífera, no las viven las demás regiones del país, con el único propósito de expropiarlas de lo que legalmente hoy les corresponde, utilizando el principio de equidad como sofisma distractor.

Ante todo esto, a los habitantes del Cesar no nos queda más que organizarnos, pelear por lo nuestro y exigirle al gobierno de Santos que en vez de quitarnos las regalías, le haga una revisión de fondo a la política concesiones de las multinacionales mineras que en el país tienen más garantías y beneficios que los colombianos que somos los legítimos dueños de estos recursos naturales.